¿Se puede frenar el tiempo?
La creciente ola mercantil de productos antienvejecimiento, aumenta en relación proporcional a las demandas de las personas, quienes buscan contrarrestar los estragos del tiempo, que deja huella en el aspecto físico, en una época en la que verse mal, ya no es opción.
No sólo son los años los culpables de las arrugas, flacidez, manchas en la piel, canas o los tan odiados ‘achaques’; también el cambio climático, el daño a la capa de ozono —que permite el alto alcance de los rayos ultravioleta del sol— y la mala alimentación, provocada por la vertiginosa vida global; son otros factores que hacen que nuestra apariencia luzca dañada y a veces aparentemos ser mucho más viejos de lo que somos.
A lo anterior, sumemos el bombardeo de estándares de belleza –gente ‘perfecta’, siluetas ideales,… íconos mediáticos–, que genera la publicidad en los diversos medios de comunicación, a través de agudas campañas, que ‘sin ton ni son’ lanzan productos bajo la premisa de ser siempre jóvenes y bellos.
Con estos ingredientes, se logra una fórmula boom, que genera una imparable demanda por parte del público, hacia los maquillajes, medicamentos, complementos que prometen frenar el envejecimiento y no solamente eso, sino rejuvenecer.
Según la Procuraduría General del Consumidor (Profeco), existen centenares de quejas y demandas hacia compañías que prometen mucho y no cumplen nada, por lo que se debe ser cuidadoso para elegir qué comprar o qué vender.
Evita creer en la publicidad engañosa
“Si piensas en comprar algún producto contra el envejecimiento, no te dejes llevar por lo que ves en la televisión y las revistas”, explican especialistas de la Profeco. Ofrecer la eterna juventud o curas milagrosas no significa que sea verdad, por ello la institución ha sancionado a algunas empresas que incumplen las normas u ofrecen publicidad fraudulenta.
La dermo consejera, Alejandra García, indica en un estudio de la Profeco, que “las arrugas salen por no cuidarse, por cambios hormonales y por todos los radicales que afectan la piel. Incluso puede ser por un foto envejecimiento prematuro”.
Según la especialista, las causas también están asociadas a una mala hidratación o humectación. ”Las cremas sí funcionan siempre y cuando sean las adecuadas. Sería mentir si dijera que las arrugas se quitan, sin embargo, se pueden atenuar al darles un seguimiento para dar más tiempo de vida a la piel”.
Alejandra García, señala que se debe ser cuidadoso con lo que nos ofrecen los comerciales y estar consciente de que “las cremas son un complemento a tu rutina diaria, pero se deben acompañar con hidratación, buena alimentación y ejercicio”. Pues en el mercado abundan artículos ‘todo en uno‘, con efectos reafirmantes, eliminación gradual de arrugas, cremas para devolver elasticidad, gel que estimula la regeneración celular, etc., productos que prometen múltiples beneficios con unas cuantas aplicaciones.
En relación a ello, la Ley Federal del Consumidor especifica que todos los proveedores de bienes y servicios, “están obligados a proporcionar información veraz, comprobable y excerta de diálogos, textos, sonidos e imágenes que puedan inducir a error o confusión por información inexacta, exagerada, parcial o tendenciosa.” De incurrir en agravio, la empresa podría tener sanciones reflejadas en multas, como decenas de veces se ha dado en el caso de los cosméticos pro rejuvenecimiento.
En diversos países, se han tomado medidas tras el brote imparable de productos “milagro” para el rejuvenecimiento, que pueden dañar la salud del consumidor.
Por ejemplo, en marzo del 2011, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), retiró de circulación los aceites, cremas y geles de aplicación cutánea, ya que tenían efectos secundarios como estrías o despigmentación, pues contenían clobetasol e hidroquinona, que supuestamente suavizaban o aclaraban la piel de manera “sorprendente”.
México no es la excepción de estos casos: en septiembre de ese mismo año, la Profeco alertó sobre la crema de producción nacional, denominada Aguamary, ya que contenía mercurio. Además, en el territorio mexicano, la autorregulación es transcendental en el combate contra la publicidad engañosa en el sector cosmético; por ello trabaja con la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec) para tener estrategias integrales, que protejan el derecho de información de los consumidores.
¿En dónde adquirirlos?
En efecto, hay una imparable solicitud de productos anti-edad que provocan la saturación del mercado y por ende, el consumidor –al estar parado frente a un anaquel de farmacia o estética– siente presión al elegir un producto, por lo que lo primero que le viene a la mente es la publicidad.
En ese proceso, es preponderante tomar una correcta decisión para ser responsable ya sea en el caso de ser proveedor o consumidor, para así acercarnos sólo a médicos y profesionales que nos recomienden marcas apegadas a la normativa legal.
Asimismo, debemos estar conscientes de que científicamente no hay productos que contrarresten al 100 por ciento las marcas del tiempo, pero sí hay algunos métodos que nos pueden dar una ‘ayudadita’ para prevenir y apoyarnos físicamente.
Aun así, siempre surgirán las mismas dudas al consumidor: ¿A quién acudo, a un médico o a un cosmiatra? ¿Puedo auto recetarme? ¿Cuál de todos los centenares de productos es el ideal? ¿Dónde lo compro? ¿Es estético o farmacéutico? ¿Es verdad lo que promete o es una farsa? ¿Lo caro es lo mejor?
Por otro lado, para el empresario también es difícil decidir cuál producto distribuir, pues se enfrenta al sortilegio de recepción del público y a la delicadeza que implica exhibirlos en el caso de que sean fraudulentos, lo que compromete su credibilidad.
Cosméticos en establecimientos farmacéuticos
En países como España, durante el 2013, las farmacias vendieron poco más de mil 500 millones de euros en productos de belleza y cuidado personal. Además, el mercado total de productos sin receta alcanzó casi cuatro mil 500 millones, según cifras de la consultora de referencias IMS Health.
Esta tendencia se globaliza, pues la mayoría de los clientes consume lo que ve en los medios, lejos de ir con un médico, dermatólogo o experto en medicina alternativa.
Un ejemplo de ello, es el laboratorio Actafarma, pues a más de un año de lanzar su fármaco contra el envejecimiento celular “Revidox” –que contiene resveratrol, un antioxidante que se encuentra en varias plantas y en la piel de algunos frutos como las uvas rojas, grosellas, moras y cacahuetes–; logró colocarse como el segundo medicamento sin receta, más vendido en Europa, con 500 mil unidades; al tiempo que generó ingresos de casi 19 millones de euros, con distribución en más de 32 países.
En México, la empresa líder de productos para rejuvenecer –de venta en farmacias–, es Genomma Lab. El buen posicionamiento de esta marca, se debe a su estrategia de mercado internacional, derivada de la inclinación del público hacia auto medicarse y adquirir productos de libre venta.
Lo increíble es que esta empresa sigue perfilándose, pese a los puntos negros que tiene en su contra, pues ha recibido diversas multas por violar la Ley del Consumidor al ofrecer publicidad engañosa en productos, que incluyen las líneas antienvejecimiento, como Cicatricure y Teatrical Terapia E, denominados como “productos milagro”.
La medicina estética
Para elegir bien un producto que involucre el cuidado de nuestra salud, siempre es fundamental la opinión de un experto y pese a que hallamos un sinfín de etiquetas de libre venta, es recomendable acudir con un especialista que nos apoye si buscamos un producto benéfico para nuestra piel, es por eso que existe la Medicina Estética.
Según la Sociedad Española de Medicina Estética, los fines de este ramo científico “son la restauración, mantenimiento y promoción de la estética, belleza y salud, para lo que utiliza prácticas médicas y de pequeño intervencionismo, en las que se emplea anestesia tópica o local y en régimen ambulatorio”.
A ese rubro de la medicina, se acercan personas que “sin presentar una patología previa, demandan una mejora de su imagen, aspecto que el Sistema Público Nacional de Salud no puede abarcar”.
La doctora Angélica Juárez, directora de promoción y capacitación de Medicina Estética Europea en México, explica que el paciente no debe auto medicarse, sino “acercarse a un profesional de la medicina estética o a un cosmiatra calificado; ya que ellos recomiendan los productos de acuerdo a la problemática individual, pues una sola crema no ayuda a todos. Cada paciente es un caso específico”.
Según la doctora Juárez, “no es sólo ponerse una crema, es desintoxicar el cuerpo, todos los sistemas, porque vivimos en una ciudad donde hay mucha contaminación, misma que afecta la piel. Acercarse a un centro de medicina estética es lo más recomendable”.
La especialista explica que los productos estéticos que ella promueve, aún no tienen cabida en puntos de venta como las farmacias, pues según sus palabras están catalogados como ‘cosmecéuticos’.
También expone que líneas como las que recomienda, tienen nivel farmacéutico, pues poseen fórmulas magistrales, que se hacen de acuerdo a las necesidades, y podrían ofrecerse en farmacias especializadas, por ello están en miras de expandir su mercado.
Para hacer una buena elección
Como proveedor de productos cosméticos serios, que incluyen elementos para el cuidado de la piel, la doctora Juárez comenta que es prioridad “elegir marcas innovadoras, de vanguardia, que tengan un resultado, porque hay muchos productos ‘milagro’ que prometen mucho y no cumplen”.
“Las líneas para ofrecer deben ser de uso tópico, cumplir con normas legales, estar catalogados como producto cosmetológico, pero fabricado con activos a nivel farmacológico, sobre todo en la dermatología”.
Actualmente, Medicina Estética Europea maneja líneas como la española Mesoestetic, que maneja tratamientos de células madre vegetales, colágeno, vitaminas y minerales; algunos de ellos se aplican con la ayuda de aparatología, para tener una mejor absorción.
La doctora recomienda al paciente acudir con un especialista y apegarse a las recomendaciones de los productos y sus métodos. “Si siguen el proceso al pie de la letra verán los resultados en forma paulatina. Por suerte en México hay muchos profesionales en medicina estética, que ofrecen tratamientos innovadores, no invasivos y que no producen alergias”.
Cada tratamiento personalizado, debe trabajar externamente pero monitorear la parte interna, “es algo que mucha gente debe aprender: que los resultados también surgen de una adecuada alimentación, beber abundante agua, hacer ejercicio, etc.”