Imagínate una relación en donde todo el tiempo estén peleando, y los celos provocados por comentarios en redes sociales sean los protagonistas… Todos hemos tenido una pareja a la que llegamos a querer demasiado, y que por mucho amor que sentimos e intentamos hacer que funcione nunca lo conseguimos.

Así le pasó a Aries de la CDMX, quién hace un mes regresó a la soltería después de dos años. Ella comenta que su relación ha sido complicada, pues en este tiempo tuvieron muchos altibajos; terminaban y regresaban, llegaron a estar separados por dos meses debido a que ambos son muy orgullosos y no sabían cómo terminar.

En la última pelea que fue donde pusieron punto final a su relación, ella se enteró de que él se iría a vivir a Guadalajara. La última vez que hablaron fue después del sismo porque él quería saber cómo se encontraba, cosa que a ella le molestó y favoreció para que terminaran.

Ella ya se siente triste, enojada, angustiada y no sabe qué hacer, pues él le envió un correo de despedida, agradeciéndole y aceptando que todos los problemas fueron por su culpa.

Si se está viviendo una situación así lo primero que hay que hacer es analizar porque se pelea tanto, quizá lo mejor es que deben estar separados, y no porque no haya amor, sino porque ya lo han intentado muchas veces y siempre fracasan.

Las relaciones no siempre terminan por falta de amor sino por salud. Lo más sano ahora que se presentó la oportunidad es terminar definitivamente, pues puede que sea una señal de que deben estar solos. Las relaciones a distancia no existen.

En este caso ambos tienen problemas de apego y dependencia, le tiene miedo a la soledad, al abandono y por eso siempre regresan, pero eso lo único que están logrando es que se vuelva una relación enfermiza.

Lo más recomendable en una situación así es cerrar la puerta y seguir firme en la decisión que se tome, si decide terminar no retractarse, al contrario aprovechar que se es libre, poder disfrutar y hacer una introspección. Recuerda que en una relación de pareja hay que sentirse orgullosa y segura de su pareja.

La verdad duele, pero hay que aceptarla, y lo más importante siempre es uno, recuerda: “MAS AMOR PROPIO, MENOS DEPENDENCIA”.